Después de unos días de búsqueda y otros de relax, puedo presentar, por fin, la siguiente foto.
Ardua búsqueda para encontrar este anuncio en internet, de Fiat. Y parece que Google lo tiene todo (alguien me está influyendo en este campo. Quizá algún día, más.)
El caso es que de vez en cuando hago viajes matutinos de una hora en autobús. La mayoría de veces miro por la ventana mientras escucho música, otras me duermo, la verdad.
Resulta que semana pasada me percaté que habían cambiado los grandes carteles publicitarios que se encuentran al lado de una autovía.
Mujer afro, vestida en amarillo y naranja, apoyada en un coche amarillo. No hacía falta que me dijeran nada más. Primera cosa que pensé: eso es verano. Segundo pensamiento que me pasó por la cabeza: Yo tenía unos topolinos como los que lleva la chica en la foto, pero la lista de mi hermana se los adueñó, aprovechando mi ausencia.
Total, que mi mente, a las 6:30 de la mañana y con mucho sueño, disfruta de vez en cuando de una sensación de calidez solo con ver este cartel. Buen anuncio. Primavera y verano, yo os estoy esperando.
Por otro lado, y quizá ahora se entienda un poco más el título, el pasado sábado eché una foto al siguiente cartel porque de verdad, me parece que vender, vende poco.
Se encuentra en un callejón pestilente, mugriento, lúgubre, con los traseros de edificios al aire. Y se atreven a poner ese cartel anunciando salud y belleza. ¿Qué tipo de broma es esa?
A pesar de todo, uso el callejón como atajo cada día, para ir a la parada del bus.
Es cierto, que a veces hasta un zurullo (o mojón), puede ser bello. Solo hay que encontrarle el qué.
Maximo Park – Apply some pressure
p.s.: feliz lunes 🙂