TATE Modern
Como ya comenté, después del misterioso suceso (todavía sin resolver), el pasado miércoles me fui para el museo TATE Modern.
No había entrado nunca pero sí que había pasado por ahí paseando por el río y la verdad es que lo primero que pensé es que el edificio era feo de cojones.
Lo bonito que tiene, eso sí, las vistas al río. St. Paul’s Cathedral enfrente.