Como ya comenté, después del misterioso suceso (todavía sin resolver), el pasado miércoles me fui para el museo TATE Modern.
No había entrado nunca pero sí que había pasado por ahí paseando por el río y la verdad es que lo primero que pensé es que el edificio era feo de cojones.
Lo bonito que tiene, eso sí, las vistas al río. St. Paul’s Cathedral enfrente.
Nada más entrar, me quedé en la planta baja a ver qué se cocía por ahí y situarme un poco y me encontré la primera sorpresa.
Hay que decir que entraba un poco preparada para ese tipo de arte que es muy cool. Aquel que de tan simple le llaman arte y que de tan raro te quedas asombrada.
Estaban haciendo una representación en directo de algo que todavía no sé el título. Había mucha gente moviéndose, andando y después se pararon en el otro lado de la inmensa pista, se apagaron las luces y empezaron a cantar. Entendí que era la vida pasar y representaba toda la gente que te encuentras por la calle. En fin… como decía, ese tipo de arte que si lo que te quieren vender es que todo es arte, pues sí, ir por la calle también es un arte.
Después en la planta baja me encontré con la exposición “The Tanks” donde vi cosas tan oscuras como estas, algunas bellas, otras recordaban a una peli de terror… juegos de luces muy curiosos.
Luego, ya en el piso de arriba, me preparé para ver pinturas, cuadros, como le queráis llamar…
Primera sala que entro, tuerzo a la derecha y pam… “Ostras… eso rojo de ahí parece una barretina...”. Busco el nombre del artista… Miró.
I efectivament… Head of a Catalan peasant és el títol. Curiós que el primer que vegi al museu em recordi a Catalunya i efectivament sigui català.
Luego, dando vueltas, Picasso. Qué suerte poder ver picassos de cerca, ¿no? Sí.
El cuadro que viene a continuación, con toda la carrerilla de compatriotas que llevaba encima, pensé… “¿Será Dalí?” Pues no, flipada, no. “The beached margin” by Edward Wadsworth.
Me llamó la atención este, cerca del de Miró, bien al principio. “Portrait of a doctor” de Francis Picabia. Aunque la foto es mala creo que se puede apreciar bien cómo es un médico… Leer la placa al lado no tiene desperdicio, vamos… jajaja
Me cautivó un cuadro del británico Francis Bacon, “Seated figure”, que hasta el momento no conocía, pero me reprimí a echarle una foto porque el segurata estaba muy pendiente de que tomara las fotos sin flash (por eso son tan malas…). Así que pasé de largo.
Y lo que me encantó, colegialas dibujando pinturas, muy bonitas, por cierto, por todos lados…
Cambié de salas y de piso. Arriba se encontraba la exposición de Munch, que por costar dinero y también porque estaba exhausta, no la vi. Sin embargo, parecía ser punto de encuentro (evidentemente…) porque todo el mundo estaba por el bar tomando algo y con estas vistas…
Estaba petada y me dolían las lumbares (con este tiempo, como para no hacerlo…) Por eso entré a la última sala, saltándome la primera, porque había demasiadas “cosas” para mi cabeza, pero tuve la suerte que la siguiente consistía en una banqueta bien larga en el centro y dos cuadros enormes, uno en cada pared.
El segundo, “Sabra and Satila Massacre” de Dia al Azzawi, me encantó. Después de tanto Picasso, ¿otro “Guernica”? Precioso. Iraquí afincado en UK. Se apreciaba una bomba con USA en la chapa… No comments…
En fin… que fue guerra y guerra, cansancio, banco y reflexión después de un misterioso suceso en una gran y poderosa ciudad.
El poder… la mierda que corre suelta y no sabemos. La manipulación… Qué nerviosa me pone… Como mínimo, quedará el arte para calmarme.