Échalo todo, niña

Como os decía en el post del planificador de menús, es difícil organizar menús en casa. Primero porque El Hombre trae comida gratis a casa de la oficina y claro está, viene cocinada.

Pero también porque tenemos una manera rara de cocinar, que quizá haya salido de mi madre, pero no lo sé.

Nosotros, en vez de planear qué vamos a comer, comprar los ingredientes y cocinarlo, compramos muchos ingredientes y lo vamos usando a lo largo de la semana salga como salga.

Parece que ahora estamos en la temporada de ratatouilles o verduritas al horno. O simplemente el “¡échalo todo, niña!”

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