Como os decía en el post del planificador de menús, es difícil organizar menús en casa. Primero porque El Hombre trae comida gratis a casa de la oficina y claro está, viene cocinada.
Pero también porque tenemos una manera rara de cocinar, que quizá haya salido de mi madre, pero no lo sé.
Nosotros, en vez de planear qué vamos a comer, comprar los ingredientes y cocinarlo, compramos muchos ingredientes y lo vamos usando a lo largo de la semana salga como salga.
Parece que ahora estamos en la temporada de ratatouilles o verduritas al horno. O simplemente el “¡échalo todo, niña!”
Aquí un ejemplo:
1. Ve a tu supermercado más cercano y compra lo que te apetezca. Nunca he visto comida reducida de precio porque caduca en un supermercado español y es una gran idea, pero los dos por uno sí, así que aprovéchalos.
2. Usa las judías que llevan más de diez días en la nevera y los pimientos que tocadillos también.
3. Dale color! necesitas más de tres!
4.Y ya no hay más que ver porque están en mi tripón!
Disfruta de las verduritas!
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