Para los que se comen el tarro, es decir, para aquella gente que les parece que se pasa buena parte del día con una voz interna funcionante, analizando, valorando y discerniendo la realidad. O vaya, mejor para todos, yo os digo ¡JUGAD SIN FRONTERAS!
La vida es mejor vivirla con alegría, como niños jugando. Yo me lo tomo como un ejercicio personal, pero ni hago yoga ni meditación para ello. Simplemente hago cosas que me gustan menos, fuerzo los límites que yo algún día me puse, elimino barreras. ¡Que es sanísimo!
Y ya no solo en aguantarme más el hambre, las ganas de sentarme, forzarme a subir las escaleras, dejar que se ensucie una poco más la cocina y el baño… Sí, soy un poco TOC…
Hay otras cosas que no son tan físicas pero que cuestan horrores. Por ejemplo, mantener una conversación con el cansino de turno, ese tío que es un pesado y se cree muy gracioso. O, el más difícil de todos, para servidora, que le encanta analizar a la gente en cuanto la ve: mirar a la gente como por primera vez, con ojos transparentes, sin etiquetas. Continue reading “Jugar sin fronteras”