Hace unos días escuché un anuncio en Spotify en el que te recomendaba que mantuvieras ordenada tu cuenta, que aunque no era muy glamuroso eso de las playlist folders (tal cual), permitía que encontraras tu música preferida en un plis. O sea, que si quieres tenerlo más fácil, sé ordenado.
A una le da por reflexionar cuando explica el verbo ser/estar en español a un angloparlante.
SER lo usamos cuando algo es permanente o tiende a ella.
ESTAR lo usamos cuando es algo temporal, pasajero. Un estado cambiante.
Cuando te pones a relfexionarlo mientras hablas, te das cuenta de que no siempre funciona y cuando no funciona y te preguntan, no sabes qué decir, a parte de, así es y es así.
Si te estás preguntando qué tiene que ver el anuncio de Spotify con el verb to be, tiene.
Una cosa es ser ordenado y otra es estar. ¿Sí? Una cosa es ser detallista y la otra es… ¿pretender ser detallista? Cuando viene el turno de las cualidades, somos, permanente. Pero es también cierto que se puede cambiar.
La verdad es que no sé muy bien donde quiero ir a parar con esto, pero básicamente, creo que hay gente detallista por naturaleza, osea, que su “mente está orientada al detalle”, según la RAE.
Y eso se hace grandioso cuando esa orientación al detalle es hacia terceras personas. Una empatía detallista que alegra la vida.
Tengo la suerte de tener gente así a mi alrededor y algunos desde la cuna. Me encantáis. Gracias.