Y quererlo, sentirlo, vivirlo, sufrirlo, disfrutarlo.
Es un camino, no pistas sueltas.
Hay avenidas, callejuelas, atajos, dobles sentidos y calles sin salida. Pero el camino continua, no para.
Todo tiene consecuencias. Toda experiencia deja huella. Hay borrón y cuenta nueva, pero estas se acumulan. Escoge las que quieras o puedas asumir.
Perdónate si no supiste o sabes hacerlo, pero aprende. Dale sentido a tus errores y no los cometas otra vez. Cuida de tus cicatrices como tesoros.
Empieza tantas veces como haga falta. Ten paciencia. Duda, pero decídete. Falla, perdónate y decide otra vez.
Disfruta de los momentos bajos, de silencio, de inactividad, de aburrimiento, pero prepárate para un huracán, porque en un momento llega y lo tambalea todo.
Estar aquí y ahora, con todos los sentidos.