Será el tercer abril, el de este 2013, que voy llenando hojas de Excel con mis gastos diarios.

Empecé siguiendo el ejemplo de un amigo, que tenía que apretarse el cinturón en esos momentos y desde entonces es como un vicio…

Guardo recibos y/o memorizo gastos y luego, no diré que lo haga religiosamente cada día, pero pongo en una casilla el día, luego precio y abajo producto/actividad.

Solo hice el sumatorio una vez, porque la situación económica de una estudiante no necesita de contables, pero sí un control de en qué se va el dinero y la reflexión previa y posterior de por  y para qué.

¿Por qué? Porque lo necesito o porque es una inversión.

¿Para qué? Para cubrir necesidades básicas o para disfrutar de la familia y amistades, que también lo es.

Se dice que no se den consejos que no se piden, pero, ahora más que nunca, este va de lujo.

Regalo anticipado de Reyes. Osea, monísimo. FELICES REYES A TODOS!! 🙂