El sábado tuve dos babysittings. Uno por la mañana, con la familia con la que he vivido 10 meses y otro por la noche, con otra familia nueva, que solo tiene un hijo.

Pobre. No es que ser hijo único de por sí te vuelva así, pero influye, aunque es verdad que necesita algo más que un hermano.

Es un niño aburrido, muy correcto y con mucha energía contenida. Demasiado contenida.

El otro día me preguntaba, mientras hacía un esfuerzo inmenso por sacarle de sus trece, qué será de él cuando sea mayor.

O dicho de otra manera, qué adultos que conocemos nos hacen pensar en ese tipo de niños, porque no neguéis que alguna vez habréis hecho el ejercicio al revés. “Este de pequeño era un margi(nao’) o era una repelente o etc., etc.”

Pues hay gente que, no necesariamente son hijos únicos o de una mala familia o hasta incluso al contrario, y salen rana.

¿Por qué hay gente que disfruta siendo destructivo, molestando, metiendo cizaña y sulfurando a la gente? ¿Por qué hay gente repelente y totalitaria? ¿Por qué hay gente que no sabe estar con gente?

Buscando por YouTube, di con este vídeo. Pretende ser funny coaching, así que tomároslo con filosofía. Aquí os lo dejo, en vez de una foto.

Clica en la imagen para ver vídeo.

Happy Tuesday from the rainy London! Rainy mood? Y mucha suerte con esos tiranos.