Como ya dije aquí y aquí, la categoría de CaraBoba es aquella en la que escribo sobre cosas que me dejan, pues eso, cara de boba.
Puedo recibir muchas críticas por esto, pero sí, he perdido dos veces mis tarjetas de crédito en un mes, la primer con DNI y permiso de conducir y otras cosas varias, la segunda con mi T-mes de 4 zonas de 125€. Pero eso no es todo. Al cabo de dos semanas, es decir, la semana pasada, perdí mi cucada de monedero cargadito de monedas.
Cualquiera diria que a servidora le importan poco sus enseres, pero se equivocan, señores. El 2º y 3º hurto o extravío han provocado en mi tal depresión, que aquí me tiene, escribiendo sobre ello.
Lo peor es pensar en donde estarán, porque claro, curiosa de mi, me quedo con la duda, y realmente no me deja dormir. ¡¿QUÉ PUEDO HACER?! Como os podéis imaginar, ahora estoy paranoica perdida por no perder nada.
Ladrones y espavilados de la gran ciudad, ¡OS ESTOY VIGILANDO!
Y aquí se acababa el post…
Hasta que el oro día, en trabajo una compañera leía en voz alta a otro compañero la notificación en la página web del hospital, que se había encontrado una cartera en el vestuario de mujeres llena de dinero.
¿¿¡¡¡QUÉ QUÉ DICES!!!?? ¡¿QUÉ QUÉ?!
¡¡MI CARTERA!! ¡¡MI DINERO!! ¡¡UNA RESPUESTA!!
¡Por fin esta podré descansar!