Soy seguidora silenciosa de Belén Canalejo, @balamoda , desde hace años. Me gusta desde sus principios, pero cada año que pasa su contenido se supera en calidad, es una gran profesional.
El otro día me entretuve a escucharla en su nuevo formato, El podcast de los sueños. Concretamente el episodio 6, sobre “Cómo tener una vida grande”.
Tenía como invitada a la coach, María Fernández, @Maria_FGF, desconocida para mí hasta entonces. Lo escuché hasta el final, pero durante el proceso no dejaban de resonar en mi cabeza las frases “no he tenido una vida fácil” o “mi historia de superación”.
No lo puedo evitar. Son expresiones que tienden a molestarme. Y es que no quito el mérito y sacrificio a nadie, pero eso de vida fácil o superación, es tan relativo y a la vez tan común, que se convierten automáticamente expresiones obsoletas.
Todos tenemos una experiencias personales difíciles o historias de superación, porque la vida es supervivencia y para los más hábiles superación, pero casi todos intentamos superar los obstáculos, más que nada para sobrevivir. Lo que varían son las circunstancias, los recursos y habilidades de cada uno que muchas veces no son innatos.
Por poner un ejemplo: Penélope Cruz y Javier Bardem, un matrimonio de famosos, ricos, con talento… Su vida me parece lo más alejada a grande o fácil; buscar motivaciones para levantarse cada día, conflictos internos éticos, de privacidad, de conocimiento personal cuando se está tan expuesto a la opinión pública, rompecabezas de gestión de millones…
El tercer hijo de una familia pija de abogados que quiere ser bailarín. La mujer invisible y solitaria de un multimillonario que no sabe qué hacer con su dinero. El cajero que siempre quiso ser físico pero no sacaba buenas notas.
A la hija de unos alcohólicos cuya custodia recae en el estado y al pobre inmigrante con ocho hijos de un país lejano, ya le suponemos la vida dura y la historia de superación. Pero se nos escapa gente con vidas aparentemente funcionales y aceptadas con experiencias difíciles e historias de superación que son despreciables a los ojos de los demás. No por ello son menos importantes.
La verdad es que la experiencias personales individuales dan mucha fuerza a una historia y que según cuales, cautivan mucho más, sobretodo la de gente hábil que supera adversidades, no sin esfuerzo personal, y consigue algo GRANDE, el éxito personal.
La teoría es que todos deberíamos tender a esa vida grande. Pero podríamos romper los esquemas e incluso algunos tabúes y cambiar la cumbre del éxito, por la del equilibro, que a tantos les falta.
Porque la realidad es otra. El equilibrio, la estabilidad, para muchos ya es un éxito.