Laaaargo silencio el mío, lo sé. No creáis que me he cansado del blog. ¡Al contrario! Yo cada día pensando, para variar, en cosas que me gustaría escribir y compartir, pero no acabando de encontar el tiempo. Pero, allá voy, aquí estoy.

Vuelvo con un DIY, que la verdad, no recuerdo cuando compartí uno por última vez, aunque suelo hacerlos por mi cuenta. Si no es arreglar algo es reciclarlo. Todo un arte. Pero bueno, vayamos al lío…

Materiales

• Sudadera lisa
• Papel termoadhesivo de doble cara
• Tela con estampado/diseño interesante
• Plancha
• Tijeras, lápiz y goma.

Método

1.  Escoge una sudadera, por ejemplo esta de H&M, que es lisa y barata

2. El papel termoadhesivo de doble cara lo encontré fácilmente en una mercería. Identifica las dos caras, una más rugosa, otra más lisa, para seguir los siguientes pasos.

3. Aquí es donde hay que dar paso a tu creatividad o a la de los que te ayuden. Yo, en concreto, he escogido unas dobles X, ya veréis… Copia en la cara más lisa de tu trozo de papel termoadhesivo el mensaje que deseas. Notarás que una cara es más fácil de escribir que la otra, pues esa es.

4. Encara el lado rugoso del papel termoadhesivo a la tela que vas a usar. Con la plancha ya caliente, presiona durante 10” sobre la superficie y asegúrate de que está bien enganchado.

5. Corta ahora las letras de tu diseño. Asegúrate de que la parte lisa del papel termoadhesivo está libre.

6. Retira la parte lisa del papel termoadhesivo, verás que se descubre una parte pegajosa en las letras. Ponlas del revés, de cara al jersey. ¿Está todo recto en tu diseño, o prefieres irregularidades? Yo, personalmente, prefiero no romperme la cabeza.

Nos falta el último planchado de las letras contra la sudadera. Recomiendo usar una tela blanca de algodón encima de las letras para asegurarnos de no quemar la cara superior. Toda precaución es poca 😉

7. Et voilà, aquí tenemos el jersey nuevo.

8. La verdad es que me quedé con los restos de tela en mis manos y no me quedé a gusto, pensando que le faltaba algo a la sudadera. Hasta que al final se me ocurrió ponérmelos como coderas. ¡Genial! Me ha encantado el resultado, y todo facilísimo.

¡Anímate!